Katosi Women’s Development Trust en Uganda: cuando las mujeres toman las riendas de su desarrollo

Boletín Internacional de Desarrollo Local Sostenible Boletín de información #95

Alina Darmadi, Judith Hitchman, febrero 2013

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Katosi Women’s Development Trust en Uganda: cuando las mujeres toman las riendas de su desarrollo

Por Judith Hitchman

En 1996, Margaret Nakato de Uganda fundó el Katosi Women’s Development Trust1

(Sociedad fiduciaria por el desarrollo de las mujeres de Katosi). Basado en sus propias experiencias de vida, el objetivo de la sociedad fiduciaria era dar a otras mujeres un « empoderamiento » (formas de reforzar su capacidad de acción) para que puedan tomar las riendas de sus propias vidas. Había visto a su padre tomar todas las decisiones en nombre de su madre, una partera de Katosi en el Lago Victoria, y creía que si las mujeres fueran capaces de ganarse la vida, estarían en mejores condiciones para controlar y romper con una situación en la que no son sino meras posesiones, en un momento en el que muchos pescadores tenían todavía al menos 6 o 7 mujeres.

Tradicionalmente, las mujeres del Lago Victoria, Uganda, ahumaban y salaban el pescado que luego intercambiaban en la región y que exportaban al Congo, Sudán y Ruanda. Esta actividad permitió a las mujeres y a sus amigas ganar cierto grado de control sobre sus vidas financieras. Sin embargo, el aumento de la demanda de perca del Nilo condujo a la industrialización de la pesca en el Lago Victoria. En los últimos años, las capturas de perca del Nilo se han convertido en una gran industria exportadora, capturada y vendida directamente a las plantas de procesamiento utilizando embarcaciones con congeladores y de sitios de manipulación mejorados y diseñados exclusivamente para la exportación. Las esposas de los pequeños pescadores ya no tenían acceso al pescado para ahumar y habían perdido la poca independencia económica que tenían. En esta sociedad, las viudas, sin importar el orden dentro del matrimonio (esposa núm. 1, 2, 3, etc.) no tenían privilegios o garantía financiera para su futuro, a menos que el marido les hubiera dejado expresamente un activo, como por ejemplo una casa. Esto significaba que las mujeres solteras y viudas se vieron obligadas a abandonar Katosi y a trasladarse a las islas del lago o a centros rurales comerciales para tener acceso a la pesca o encontrar oportunidades de empleo. Los casos de VIH-SIDA fueron importantes en toda la región del Lago Victoria y muchos hombres y mujeres perdieron la vida. Si un pescador moría, su esposa perdía el control del barco de su marido, lo que hacía la situación aún más difícil.

La primera etapa del proyecto fue la implementación de una « tontina », un típico sistema africano de microcrédito que se repite de la misma manera: cada mujer paga una pequeña cantidad en una reserva cada semana, y cada una de ellas toma la cantidad ahorrada cuando les toca para su propio beneficio. Lo puso en práctica con seis o siete mujeres católicas que conocía bien.

La primera iniciativa de la entonces llamada Katosi Women’s Fishing Group (Grupo de mujeres de pescadores de Katosi) iba a apoyar a las mujeres para ayudarles a conservar la propiedad de los barcos. Las capturas de pescado eran altas y las mujeres cobraban un buen precio por los peces.

En 1998, el Katosi Women’s Fishing Group poseía dos embarcaciones y un año más tarde comenzaron un fondo de microcrédito. A pesar de la recuperación económica, las embarcaciones y los equipos de pesca eran muy caros y estaban fuera del alcance de muchos. Algunos pescadores locales y nuevos pescadores, con el renovado interés en la pesca y los altos precios del pescado fresco, empezaron a usar veneno para pescar, lo que llevó a la prohibición de las exportaciones de pescado de la región por razones de salud e higiene. Debido a la guerra, la migración de las comunidades pesqueras del norte también ha contribuido al desarrollo de malas prácticas pesqueras por parte de los inmigrantes en el Lago Victoria.

La Comunidad de Katosi estaba paralizada y empobrecida por girar su economía tanto en torno a la pesca. Margaret decidió que el desarrollo múltiple era lo que hacía falta. Eligió la diversificación de la agricultura. Una vaca podía producir leche para alimentar a más gente, especialmente a los niños, y el estiércol podía utilizarse como fertilizante… y así ayudar a las mujeres a sobrevivir. La diversificación de las actividades les llevó a cambiar el nombre por Katosi Women Fishing & Development Association (KWFDA) para incorporar estas nuevas actividades necesarias y poder responder a los desafíos a los que se enfrentan las mujeres en las comunidades pesqueras. En el año 2000 hubo 48 mujeres que participaban en el KWFDA. La situación se hizo crítica por la falta de acceso al agua potable y saneamiento en Katosi. Anteriormente, era posible extraer agua potable del lago, pero entonces el jacinto de agua bloqueaba el acceso y esto creaba dificultades que antes no existían. Además, una gran población en el borde del lago genera contaminación. Prácticamente no había medidas de higiene disponibles para las familias y la gente ya no podía bañarse en el lago como lo hacían antes. Utilizaban los humedales como aseos ya que los baños públicos que existían estaban en mal estado. Debido al alto nivel freático, es muy caro construir letrinas convencionales de fosa en las comunidades de pescadores, por lo que muchas familias optan por ir al monte. Como había un gran movimiento en las comunidades de pescadores para seguir el pescado, muchos hogares tenían servicios higiénicos temporales.

En el 2003 comenzó un programa de abastecimiento de agua, de saneamiento y de salud para permitir que las mujeres tuvieran acceso al agua limpia y salubre y a un saneamiento adecuado. Al final del año, KWDT era un éxito en la agricultura, la pesca y el microcrédito. ¡Las mujeres en la región están cada vez más orgullosas de sus logros!

Margaret Nakoto tomando la palabra con motivo de la Jornada Mundial de Pesca, Lago Victoria, Uganda, el 21 de noviembre de 2012.

Un año más tarde, la noticia del éxito de KWDT se extendió por otras comunidades pesqueras y hubo 4 solicitudes de grupos que querían unirse. Con más de un centenar de miembros, la cuestión crucial era en la capacidad de manejar un grupo tan grande. La solución fue crear una red de grupos de mujeres que comenzó con 4 grupos. ¡Ahora la red está compuesta por 16 grupos diferentes, con recursos compartidos, competencias y conocimientos difundidos entre sus 385 mujeres! Formación de los líderes del grupo se ha convertido en una prioridad con el Katosi Women’s Development Trust haciendo de grupo coordinador. Las actividades también se han ampliado para abarcar intereses más amplios, incluyendo la capacitación para la pesca.

Sin embargo, las condiciones económicas locales al borde del lago siguen siendo muy difíciles. Había muchas mujeres que estaban muy endeudadas debido al alto coste de las redes y los motores, así como los costes de mantenimiento. El pescado se vendía cada vez más a los intermediarios con poco o ningún beneficio del valor añadido para las comunidades. Margaret, siempre ingeniosa, alentó a las mujeres a diversificarse en apicultura, cultivo de hongos, piscicultura y cría de animales (pollos y cerdos) cuyo trueque les ha permitido a las mujeres tener acceso al crédito. Este último acompañado de formación.

Los beneficios fueron inmediatamente visibles. Los niños tuvieron la oportunidad de continuar sus estudios y la autoestima de las mujeres mejoró. A modo de ejemplo, una casa que había sido denominada « la casa de la viuda » pasó a llamarse « la casa de la mujer que tiene dos vacas ». Las mujeres han ido progresivamente asumiendo papeles que antes estaban reservados a los hombres, como la construcción de depósitos de agua… Las mujeres están cada vez más involucradas en la toma de decisiones dentro de sus comunidades locales, a nivel de las autoridades locales, y ayudan a construir la transparencia y la administración de los recursos comunitarios. En un país que es más conocido por la corrupción que por su desarrollo local sostenible, es un logro significativo.

En 2012, durante el Foro Mundial del Agua en Marsella, Francia, Margaret Nakato recibió el tercer premio del Gran Premio Mundial del Agua de Kyoto en nombre de KWDT. Una recompensa adecuada por todo el trabajo tan inspirador que ella y su excepcional equipo han conseguido en los últimos años. También cabe destacar que fue co-presidenta del Foro Mundial de la Pesca (WFF) hasta noviembre de 2012 y que ahora es la secretaria general del WFF, actividad que está bajo la responsabilidad de KWDT.

Fuentes :

Bulletin International de Développement Local Durable Bulletin d’information #95