“Los Vales”: la Moneda local de los Campamentos mineros

Publicacion n°15

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Olga Vasquez, Filemón Escobar, Circulo Achocalla, La Paz, Bolivia, julio 2013

En una parte los autores señalan: “sabemos que la Patiño, utilizando a comunarios que dominaban el idioma quechua o aymará, los enviaba a las comunidades más próximas, ofreciendo productos alimenticios, asegurando la comida para él y su familia; ofreciendo servicios de salud y educación. Para el comunario, tener comida, y variada, por seis días de trabajo, para él y toda su familia; además de la Pulpería, una pieza en el campamento con luz eléctrica; escuela para sus hijos y, en caso de enfermedad, asistencia médica, para él y también para su familia, le resultaba extraordinario. La Patiño no ofreció salario, ni en Cuenta Casa y menos para contrato. Lo que ofrecía la empresa era Pulpería a cambio del trabajo dentro del interior de la mina. ¿Qué sociólogos asesoran a la Patiño, para contar con más de 7 mil trabajadores en tan poco tiempo? ¿Por qué era atrayente la Pulpería a cambio de trabajo? Para la mentalidad occidental, el salario por día es vital; es de vida o muerte. Para el hombre andino, no es vital el dinero, sino tener asegurada la comida, para él y sus hijos. Este es el origen del nacimiento de las empresas mineras, en particular de la Patiño”