Explicación práctica sobre Moneda Social

Charla de Julio Gisbert, autor del libro “Vivir sin Empleo” sobre “Moneda Social: una solución efectiva ante la crisis”, Almendralejo, España

noviembre 2012

El video : 40min51

Moneda social es un término que poco a poco comienza a oírse con más frecuencia aunque la información que nos llega suele ser muy difusa, poco clara. ¿Es anarquía, utopía, autosuficiencia…? ¿O es, por el contrario, una realidad tangible y que deja de lado ideologías y se centra en el día a día de las personas?

¿En qué consiste?

La moneda en un sentido tradicional ha venido siendo desde antiguo el medio de intercambio económico de facto. Desde hace más de dos milenios y medio ha mostrado innumerables ventajas pero también una serie de inconvenientes que cobran una gran relevancia hoy en día: deja de lado la vertiente humana y social de la solidaridad y la reciprocidad.

Una moneda social no pretende anular o sustituir a la moneda tradicional sino desarrollar los aspectos sociales positivos que ésta no puede (y desvincular la economía local del concepto de moneda como riqueza en sí misma, monopolizada por los bancos centrales y grandes oligopolios económicos).

Por su misma esencia presenta una característica fundamental y que la distingue completamente de la moneda tradicional: fomenta unos lazos muy fuertes entre los productores, compradores y consumidores de los productos locales; involucra a todos los agentes sociales en el desarrollo de las actividades económicas de la zona ya que aquello que beneficia a uno, beneficia al resto. Reafirma la identidad local, el sentimiento de formar todos parte de un mismo colectivo, la sinergia.

¿Cómo funciona?

A nivel local, se promueve el uso de esta moneda alternativa para el pago de bienes y servicios locales. Por lo general se fomenta el pago de un porcentaje variable en moneda social de aquellos bienes que son generados dentro del ámbito de aplicación de la moneda (por ejemplo, será muy difícil su utilización en una gasolinera o en una oficina de correos pero mucho más factible en una panadería o cooperativa agrícola local). Esta moneda social conllevaría un pequeño descuento tanto en los pagos como en su adquisición con moneda tradicional para potenciar su utilización.

De este modo, al utilizar la moneda social, se estaría fomentando y abaratando el consumo de bienes y servicios locales, movilizando y priorizando por lo tanto la economía de la zona. (DIWO)

Fuentes :

Portal de economia solidaria economiasolidaria.org